Con sus enormes dimensiones, el sector del transporte en el país germano cuenta con un complejo entramado logístico. Está a la cabeza de los mejores del mundo gracias al buen desempeño de Alemania en cuanto a la naturaleza de sus infraestructuras, el procedimiento con clientes, la innegable calidad en su competencia logística y, evidentemente, a su excelente y estratégica posición en el corazón de Europa.
Según datos recogidos por el Banco Mundial (2018), el mercado de la logística en Europa tuvo un valor de unos 1,120 billones de euros, de los cuales Alemania representa un 25% de la cuota con un volumen de facturación de cerca de 280.000 millones de euros. De este porcentaje, prácticamente la mitad proviene del transporte físico de bienes. Estas cifras sitúan a Alemania por encima de Francia o Reino Unido.
Siendo la logística y el transporte en Alemania de tanto peso para la economía del país, sus segmentaciones influyen en otros sector, incluidos aquellos que no tienen una relación directa con la industria. De este influjo surgen interesantes oportunidades.
No obstante, hay margen de mejora. Por ejemplo, la digitalización de la industria, que aunque se ha modernizado considerablemente en los últimos años, todavía presenta un retardo con respecto a sus vecinos europeos. El Gobierno Federal lo está impulsando principalmente en las rutas ferroviarias y por carretera, y en los vehículos de carga.
Otras innovaciones del sector se encuentran en las tecnologías, con aplicaciones de inteligencia artificial que permitan una mayor protección de los datos o el blockchain.
Por último, el transporte para Alemania juega un papel fundamental en el Plan de Acción Climática 2050. Los objetivos de neutralidad climática del Gobierno Federal son muy ambiciosos y se está invirtiendo fuertemente para ponerse a la cabeza de Europa y del mundo en este ámbito.
Requisitos del transporte terrestre con Alemania
Como en cualquier proceso de exportación, el transporte con Alemania debe realizarse conforme a una serie de requisitos. En este caso, teniendo en cuenta que ambos países pertenecen al mercado común, no son muchas las condiciones que deben cumplirse. La primera de ella responde al tipo de mercancías que se quieren enviar, pudiendo exportar cualquier tipo de productos a excepción de bienes culturales, materiales de guerra o especímenes de flora o fauna exóticos.
En base a la normativa europea, no es necesario pagar impuestos arancelarios de ningún tipo pero sí es recomendable que en la factura aparezca reflejado el origen de las mercancías, partida arancelaria y valor total de la compra.
Existen ciertas normativas específicas para el país en cuanto a legislación laboral. Según la Directiva 96/71/CE de la Unión Europea sobre el desplazamiento de trabajadores en prestación de servicios dentro de los Estados miembros, se establece que hay que aplicar la normativa del Estado en el que se encuentren. Esto significa que los conductores de servicio, deben tener las condiciones laborales y salariales de dicho país. Sobre este aspecto, los conductores contratados por un transportista de otro país, deben estar registrados previamente a su circulación por Alemania. Para ello, deben emplearse formularios oficiales en los que constarán la fecha y duración estimada del servicio de transporte, además de los datos identificativos del conductor.
La documentación laboral debe conservarse durante un mínimo de dos años después de la prestación del servicio. Si el transportista no reside en Alemania, deberá ser asignado un representante dentro del país y será él quien responda si se incumple la normativa nacional.
En cuando a la estiba de mercancía, el país germano es algo más específico que las leyes de la normativa española. En Alemania, el transportista debe comprobar que se ha colocado y distribuido correctamente la mercancía dentro de la unidad de transporte de carga (UTC), la responsabilidad material de hacerlo recae directamente en el cargador.
La logística, un peso pesado
La cuota de Alemania en el mercado europeo de la logística ronda el 25%, sector que solo durante 2019, alcanzó un volumen de 285.000 millones de euros, cifra que encabeza el crecimiento de años anteriores. Y se estima que siga incrementando con la tendencia al alza del comercio electrónico.
En el país germano hay más de 60.000 empresas con modelos de negocios logísticos, siendo 15.000 de ellos transitarios centrados en el transporte terrestre. Los estados económicamente más fuertes: Baviera, Renania del Norte-Westfalia y Baden-Württemberg, son las regiones que muestran un mayor número de empresas de logística. Si analizamos la distribución de las mayores empresas de logística por ciudad, observamos una fuerte relación con la industria en Alemania. Hamburgo y Bremen atraen a un gran número de empresas de logística debido a sus puertos, mientras que Frankfurt lo hace favorecido por la localización de su aeropuerto, el más grande del país. Por otro lado, la ciudad de Hesse de Kassel, por su ubicación céntrica, también despunta en número de empresas de transporte.
A la vanguardia del transporte
Teniendo en cuenta que la logística constituye un elemento clave de la economía alemana, no es de extrañar que se aúnen esfuerzos para que esta locomotora no deje de funcionar.
Al igual que para otros países, uno de los objetivos del sector se encuentran, principalmente, en responder a los desafíos que supone la incorporación de la tecnología. Es por ello que el denominado Ministerio de Fomento en España, tome el nombre en Alemania de Transporte e Infraestructura Digital.
De hecho, ya se pueden ver muestras de un inmediato presente tecnológico en el sector, con iniciativas de conducción autónoma, desarrollo de transporte con drones o mejoras digitales de la flota terrestre y marítima.
Cretschmar Cargo Süd es uno de los actores principales en la incorporación de nuevas tecnologías al sector. Por un lado como líder de System Alliance, una alianza tecnológica de 45 empresas, por otro como pionero en el uso de Big Data.
Alemania, un país que apuesta para su industria del transporte por la excelencia, la innovación y el desarrollo tecnológico.